Nuestra alabanza y adoración NO debe estar amarrada o sujeta a nuestro estado de ánimo . Alaba y adora en todo tiempo hasta q subas hasta el trono y te deleites en EL.

El perdón NO es una opción ni tampoco un sentimiento. Es un mandato establecido por Dios. No dejemos q los rencores arropen nuestro corazón. Cuándo perdonamos liberamos a la otra persona y podemos disfrutar la vida abundante q Dios nos regala.

La intimidad con Dios exige un grado de quebrantamiento, mientras más nos quebrantamos y entregamos a El más reflejo de pureza existe en nuestra vida. Es en esa intimidad con el Amado de nuestras almas donde va muriendo nuestro yo y va creciendo El en nosotros. Por lo tanto nuestra relación con El reflejará su luz en todo lo que hagamos.